En su tercer aporte a la serie Discutiendo diferentes experiencias en proyectos de reconstrucción, el E-magazine EcoSur documenta una propuesta para la acción rápida después de un desastre.
Cada vez que se destruyen viviendas a causa de un terremoto, ciclón,
deslave, guerra, u otra razón, y surge la necesidad de actuar rápido en
la reconstrucción, volvemos a encontrar los mismos escenarios. Los
escasos medios financieros se gastan en importar carpas, plásticos y
otros materiales no duraderos, en tanto que la población construye
bohíos que la protege de las lluvias, pero no aportan ninguna seguridad
para las personas y mucho menos a sus pertenencias.
Tales estructuras provisionales, que en realidad han costado mucho más de lo que valen, tienden a hacerse permanentes...
¿De la catástrofe al desarrollo?
Mientras tanto, las agencias internacionales y gobiernos locales
proclaman que quieren “aprovechar” la emergencia para llevar un
desarrollo real a la zona afectada… organizando talleres locales de
producción de materiales y promocionar la autoconstrucción con los
recursos de la localidad. No obstante, las experiencias reales
confirman que raramente se logran tales propósitos, porque establecer
producciones locales necesita tiempo y dedicación. Comprar bloques de
hormigón en una empresa grande e importar zinc para el techo resulta
más conveniente. Adicionalmente, se ofrecen numerosas “soluciones
rápidas” (y caras) en el mercado internacional, desde casas de cartón
plastificado hasta los más famosos paneles sándwich de polyespuma con
mallas repelladas a ambos lados.
Reservas estratégicas
Es evidente hay que cambiar esos parámetros para llegar a soluciones
verdaderas. Se tiene que establecer una reserva estratégica que permita
actuar rápidamente en casos de emergencias.
El socio de la Red EcoSur en Nicaragua, SofoNic, ha desarrollado un sistema de paneles de
ferrocemento que permiten un ensamblaje rápido de un módulo de
emergencia, se manipulan a mano y se constituyen en el núcleo de una
vivienda progresiva. Dibujamos un caso que pudiera ser real:
SofoNic posee su taller de producción de paneles y vigas. Esta maquinaria es móvil, y pudiera ser trasladada a otro lugar al instante, con la única condición de techo y corriente eléctrica. SofoNic almacena una cantidad de paneles y vigas, suficientes para ensamblar 30 módulos de 3 x 3 metros. Como los paneles y las tejas son de concreto, se pueden guardar sin problemas, aún a la intemperie. En el caso de un huracán, una inundación o cualquier otro desastre que demanda una intervención rápida, inmediatamente se montan los paneles y los materiales de cubierta para tres módulos en un camión, y junto con tres albañiles adiestrados, viajan al lugar de los hechos. Organizando la autoayuda se construyen estos tres módulos seguros en tres días, con cimientos, paredes, piso y techo. Mientras tanto, llega otro camión igual... y si hay condiciones, también se lleva la maquinaria para comenzar a producir in situ, y de aquí en adelante se ensamblan tres módulos diarios.
Los damnificados disponen de un módulo pequeño y seguro, pueden ponerle candado a su puerta, y no tienen que preocuparse de los ladrones (esto es una preocupación principal de las personas que viven en albergues o en champas provisionales). Los módulos pequeños poco a poco se van convirtiendo en casas… el programa esta concebido para añadir cuartos. Estas construcciones pueden ser de los mismos elementos o de cualquier otro material. Allí sí se puede desarrollar hasta una pequeña empresa local.
¿Y el costo?
Los paneles de ferrocemento cuestan aproximadamente lo mismo que los
bloques huecos de hormigón o ladrillos, pero su ensamblaje rápido y la
buena terminación (solo falta pintar) hacen a esta construcción
económicamente más atractiva. SofoNic ya construye a nivel comercial
con este sistema. El CIDEM en Cuba, de conjunto con COSUDE (Cooperación
Suiza la Desarrollo) acaba de decidirse por esta tecnología en sus
proyectos de reconstrucción post-huracán. Junto con los municipios
involucrados tienen la idea de atender ahora lo más urgente, pero en el
futuro cercano quieren producir un stock de paneles de emergencia en
cada municipio para poder actuar con rapidez. La ONG “SODI”, de
Alemania, ha decidido apoyar este mismo concepto.
¿Que es el ferrocemento?
El ferrocemente es una tecnología que combina lo mejor del cemento con
lo mejor del acero. El resultado es poco cemento, poca arena y poco
acero para elementos delgados y fuertes de micro concreto reforzado. Es
una tecnología muy utilizada en el mundo, sobre todo en techos curvos y
grandes, como es la estación de trenes en Milano, y muchos otros. El
máximo conocedor de esta tecnología en América Latina es el Dr. Hugo
Wainshtok, de Cuba, quien inventó este sistema de paneles hace más de
veinte años, después de haber construido la flota pesquera cubana de
alta mar. El colega Wainsthok, amigo de la red EcoSur, dicta
conferencias y cursos de posgrado sobre ferrocemento en universidades
de muchos países de America Latina.