También en este país, miembros de EcoSur, Grupo Sofonías de Nicaragua, EcoVide de Honduras y CIDEM Cuba, participaron en la reconstrucción post-desastre, después de que el huracán Mitch asolara gran parte de Centroamérica.

Malacatoya es un ejemplo de diseño arquitectónico y planificación urbana que demuestra a todas las naciones amenazadas por huracanes e inundaciones la viabilidad de un acercamiento integral y participativo.

En el proyecto de reasentamiento en Malacatoya, se trasladaron personas desde zonas de riesgo a un lugar seguro. El nuevo sitio no solo estaba ubicado en un lugar más alto, sino que estaba diseñado bajo el principio de evitar futuros desastres, y, además, involucró a los beneficiarios en su planificación y ejecución.

El mayor desafió fue asegurar la segura evacuación de las aguas originadas por las lluvias torrenciales. El proyecto respondió con la experiencia de los colegas de EcoSur en el CIDEM y sus experiencias con las tormentas e inundaciones del Caribe.

El diseño general incluyó carreteras y caminos, instalaciones eléctricas y sanitarias, centro comunal, centro de salud y pabellones para mujeres y niños.

Para las viviendas, el reto consistió en encontrar un diseño básico que hiciera que las viviendas se vieran diferentes. Esto se logró usando diversas formas de techos utilizando la misma planta. A través de un diseño participativo, las personas expresaron sus ideas de cómo querían sus futuras viviendas, y ellos mismos las construyeron, bajo la supervisión y coordinación de Grupo Sofonías.

Piedra, arena y barro fueron los materiales disponibles en la zona, mientras que otros vinieron de lejos y tuvieron que ser transportados. La tecnología escogida fue de cimientos y paredes de hormigón ciclópeo (cal y canto), con un sustituto parcial del cemento Pórtland por puzolana. El adobe no resultaba una opción viable, ya que no se podía excluir el riesgo de una inundación total. Los techos fueron construidos con TMC producidas en el lugar.