Investigaciones sobre varias materiales de construcción que se puede producir localmente forman parte de las actividades en el Clay House Project (Proyecto de Adobe) en Otjiwarongo, Namibia. El equipo en sitio dirigido por expertos de EcoSur rápidamente vieron una relación entre la invasión de arbustos devastadoras y los depositos de cal en la región. La organización Gate de Alemania estaba de acuerdo en apoyar investigación del uso de estos arbustos como material de combustión para la quema de cal y averiguar la calidad de lo mismo. Cuando determinaron que la cal era de una calidad comercial, una segunda fase se concentró en construir un horno sencillo para quemar la cal con vistas a la comercialización.

Desafortunadamente eventos políticos en la región se desanimaron los quienes originalmente acordaron participar en las investigaciones. Fue necesario encontrar alternativas. Aquí entraba la relación positiva que tiene el Clay House Project (CHP) con la Municipalidad de Otjiwarongo, y se encontraron una solución rápida en un sitio cerca al CHP mismo.

El Prof. Nolasco Ruiz of CIDEM fue el líder del proyecto y pudieron construir un horno viable con adobes. El técnico del CHP en sitio pudo recurrir a los campesinos alla como fuente de trabajadores. Este último forma una parte integral del concepto del proyecto, que los finqueros pudieron quema cal al inicio de la época seca, así proporcionando trabajo as sus obreros.

La producción de cal en Otjiwarongo ha llamado una amplia atención de otras municipalidades, como de organizaciones locales y otros finqueros.

Durante octubre y noviembre del año 2000, Prof. Ruiz In October and November of 2000 Prof. Ruiz llevó acabo las quemas de prueba y pudo producir nueve toneladas de cal de excelente calidad. Durante los meses seguientes algo de este cal fue utilizada como repello para las casas de adobe recién contruidas en el asentamiento de migrantes, también un jardín infantil contruido por un grupos de mujeres pobres.

El comportamiento de la cal en el momento de “slaking” fue muy bueno y con tamización sencillo y algo de “crushing” selectiva, la cal estaba lista para utilizar. Solamente un monto pequeño de “huesos” (piedras no quemadas) fueron descubiertos, algo que pasa normalmente cuando se inicia la producción de cal. Con la terminación de las quemas de prueba, los técnicos y obreros pudieron determinar el porcentaje exacta de cada tamaño de piedra de cal, como el tiempo y temperatura requerida para la quema.

El diseño del horno se ha comprobado de ser correcto y su comportamiento fue bueno. Algunos pequeñas fisuras aparecieron, algo esperado porque el encogimiento de los adobes fue previsto en el diseño. Estas fisuras han sido rellenadas y no son un factor limitante en el comportamiento del horno.

El uso de ladrillos de adobe para las paredes del horno ayuda reducir los costos de los materiales, principalmente la parte del precio que está en divisas y va al exterior, este ahora va a las familias pobres que están produciendo los adobes.