Aurelia Chávez, campesina, empieza a gesticular cuando se acuerda del desastre que sufrió su familia, al igual que muchas otras familias, cuando El huracán “Joan” (Octubre 1988) devastó grandes partes de Nicaragua. El río se llevo la humilde choza de su esposo y de sus once hijos, quedándose en la calle, sin nada. Sin embargo, este mismo desastre fue el inicio de una vida mejor.