Por Marcelino Castro   

Las Mélidas – Certificados de Calidad
De los nueve talleres de TMC evaluados en agosto, ocho pertenecen a la Asociación de Mujeres “Las Mélidas”; cinco de ellos calificaron para el Certificado de Calidad de ECOSur. Los nuevos talleres presentaban los problemas lógicos de los que están comenzando, mientras que en otro era notoria la falta de interés por cuidar equipos y herramientas.

Problemas técnicos
Los problemas técnicos encontrados se vincularon, en algunos casos, a pobre calidad de la materia prima (granulometría de la arena, uso de cemento envejecido), y en otros, al contenido un poco excesivo de agua en la mezcla.

No obstante, tales problemas no son tan críticos, pues la mayoría de los obreros ha recibido una buena capacitación en el tema. En cada caso se brindaron recomendaciones concretas encaminadas a solucionar radicalmente el problema.

Problemas económicos - mercadeo
En el aspecto económico, la dificultad principal radica en las ventas al público. En su gran mayoría los talleres han vendido su producto a proyectos, lo cual abre una interrogante para su sostenibilidad a largo plazo.

Es evidente que los talleres están dando pasos para ganarse al público, con anuncios en sus locales y señales en los caminos. También participaron en ferias y exposiciónes. Sin embargo, ellas sienten que tal vez los hombres no quieren comprar tejas fabricadas por mujeres.

La impresión general es que existe un buen mercado para los techos de tejas de diferente tipo (arcilla o cemento), pues, a diferencia de otros lugares de Centroamérica, parece que los salvadoreños aún no se han dejado penetrar tanto por el zinc u otros tipos de cubiertas.

Talleres
San Rafael Cedros, posee dos vibradoras con 500 moldes y han producido 30,000 tejas. En el taller nombrado “La Tejita” trabajan cuatro mujeres. Utilizan una arena con granulometría algo fina, un aspecto que deben mejorar. No obstante, se ubica entre los mejores.

Delma y Otilio cuenta con una vibradora y 250 moldes. Trabajan el dueño y un obrero como ayudante, en tanto que la esposa lleva la administración. Ellos acumulan cierta experiencia, pues anteriormente poseían un taller artesanal de tejas de cemento. El actual trabaja sobre la base de pedidos de sus clientes, particulares en su mayoría. Catalogado como uno de los mejores, ha producido más de 15,000 tejas romanas; todo allí impresiona por su limpieza y organización. Necesitan adquirir otro local, ya que ahora funciona en la misma casa donde viven y afrontan serias limitaciones de espacio.

El Canelo, dos vibradoras con 500 moldes, emplea a cuatro obreras. Acumulan hasta la fecha 35,700 tejas. Aparece como uno de los tres mejores. Mucho entusiasmo entre las mujeres; también presenta limitaciones de espacio para almacenar el producto terminado y la arena.

Tamanique, con una vibradora, 350 moldes y dos obreros muy bien capacitados, ha fabricado 40,000 tejas. Manejan mejor que nadie el proceso de elaboración de la mezcla y la producción de la teja. Emplean una arena mejorada, de granulometría casi ideal, y han logrado obtener una mezcla baja en contenido de agua.

Jiquilisto cuenta con dos vibradoras y 320 moldes. Allí laboran cuatro mujeres y han acumulado unas 48,000 tejas. Es importante que amplíen el taller hacia el lado de la bodega para que puedan organizar mejor el proceso productivo.