La fabricación de Tejas de Micro Concreto (TMC) tiene tres puntos fundamentales que deben ser satisfechos para producir bastante y con calidad buena y estable.
- En primer lugar, la máquina vibradora y los moldes deben ser muy exactos, estar limpios y en buen estado de mantenimiento.
- En segundo, los materiales deben cumplir con las normas de calidad establecidas.
- Y el tercero —y más importante— es el hombre mismo. Aun teniendo buenos equipos y materiales, si los operarios no son buenos, la teja no cumplirá con la calidad requerida o simplemente servirá.

Mi misión en Bangladesh es construir un techo industrial de unos 2500m2 (equivalente a unas 40 viviendas simples) y una de mis preocupaciones principales era la calidad de las tejas que ya estaban fabricadas y esperando por mí.
Un colega de mucha experiencia en tejas que estuvo aquí hace dos meses me informó que eran muy buenas y yo lo he verificado al momento de llegar. Efectivamente Peter Arndt tenía razón: son muy buenas. Ningún poro, buenos bordes, y sobre todo, “cantan” alegremente cuando uno las golpea con los nudillos.
Comprobé la calidad del cemento bengalí, hice pruebas de contenido de arcilla a la arena y todo bien. Luego quise hacer la prueba de la flexión y pedí lo necesario. Sorpresivamente, comprobé que no tienen nada para controlar la calidad. No obstante, tres tejas escogidas al azar en el lote resistieron mis 90kg de peso, a pesar de que eran de las de 8mm.
He sido siempre un defensor de mantener disciplinadamente los controles de calidad y aun después de esta experiencia lo sigo siendo, pero ellos dicen que son capaces de hacer esas buenas tejas sin este requisito. La razón no pude hallarla en el momento. Fue necesario dejar pasar varios dias, sostener nuevos contactos con otros trabajadores de mi obra y sobre todo, penetrar un poco en la cultura del pueblo bengalí.
Ahora ya sé que el islamismo es mucho más que una religión, es una cultura y una forma de vida. Parte importante de esa cultura es la disciplina. Cada uno sabe cuál es su tarea y una vez que la aprende la repetirá hasta el infinito con los mismos movimientos, los mismos detalles... y desde luego, alta calidad.

Camino las calles y veo a los herreros, sastres o los que hacen vasijas de barro, repitiendo la misma acción y logrando una calidad buena y estable.
Estos tejeros de Gazipur, fueron entrenados hace mas de tres años por un experto de EcoSur, el Ing. Marcelino Castro, y desde ese momento han estado permanentemente en el mismo taller y haciendo la misma cosa sin olvidar un detalle ni cambiar nada. A una pregunta mía, responden que si se les da la oportunidad serán tejeros toda la vida y transmitirán el oficio a sus descendientes. La teja empieza a integrarse a la artesanía y a las tradiciones bengalíes
Y la constancia, la permanencia y la disciplina empiezan a ser un ingrediente importante a considerar.
Aun así, creo que los controles de calidad no deben ser olvidados.