Como fuente enriquecedora de EcoMateriales 2005, conectando la
ciencia con la práctica, nuestro sitio web viene llamando la atención
sobre algunas experiencias alrededor del tema. En esta actualización se
destaca el desarrollo de los equipos “tevi” para producir la Teja de
MicroConcreto. Estos equipos de alta calidad están en uso por toda
América Latina, África, Asia y Asia Central. Constituye una aventura
audaz, que responde con un alto nivel científico las inquietudes de la
base.
Conectando la ciencia con la práctica: La experiencia "tevi"
A principios de los años noventa, existía una demanda de equipos para
producir Tejas de MicroConcreto a un precio asequible para el mercado
en América Latina. El CECAT (Centro de Estudios de Construcción y
Arquitectura Tropical, de Cuba) decidió responder a esta necesidad, y
en marzo de 1933, lanzó al mercado los equipos "tevi".
El CECAT, de la Universidad Politécnica de La Habana, conoció la
tecnología de las Tejas de MicroCroncreto en 1991. Al cabo de unos
meses, fue evidente que Cuba optaría por la TMC, dado que las
autoridades nacionales en los campos de la construcción y la vivienda
estaban decididas a encontrar un material de techo viable.
Primero, el CECAT buscó un acuerdo comercial favorable con el líder
del mercado en los equipos de producir tejas, ya sea para una cantidad
determinada o para producirlas bajo autorización. Ese mismo año, en el
Primer Seminario Latinoamericano de TMC, en República Dominicana,
delegados de once países pidieron equipos confiables que estuvieran
disponibles a precios más bajos y con términos de crédito. Los
productores dijeron claramente que no podían responder a esa petición,
y esta fue la señal para que el CECAT comenzara a desarrollar sus
propios equipos.
La ingeniería fue el primer problema
El desarrollo del equipamiento involucró a varias especialidades y
requirió un apoyo institucional fuerte. Mientras que las mesas
vibradoras presentaban pequeñas dificultades que se podían resolver, la
producción de los moldes se basa en una decisión fundamental: moldes de
inyección o no. Solamente los moldes inyectados pueden satisfacer la
alta demanda para forma exacta, fuerza y longevidad.
De todos modos, los productores de equipos deben estar preparados
siempre para invertir cientos de horas de personas de alto nivel para
lograr un primer prototipo; después vendrán las pruebas y los
mejoramientos necesarios. Este implica aún más horas de especialistas,
que resultan caras.
Un esfuerzo multidisciplinario
Especialistas dentro del CECAT, junto con la Facultad de Ingeniería
Mecánica, diseñaron un nuevo tipo de máquina, basada en una mesa
vibradora rotatoria que puede aumentar la velocidad de la producción.
Mientras desarrollaban este prototipo, el gobierno de la provincia de
Holguín decidió producir el primer modelo e iniciar la producción de
tejas. No querían esperar más tiempo, había pasado más de un año desde
que ellos conocieron la TMC, y la demanda para viviendas era grande.
También el CECAT reconoció la urgencia de responder a las peticiones
del mercado. Cuando estaba funcionando con éxito un prototipo de una
mesa vibradora (single), una compañía comercial inició la producción de
la primera serie de vibradoras.
Resultaba claro que el troquel para los moldes implicaba costos
altos; no existía lugar para experimentos. Moldes buenos fueron
analizados, su forma estudiada por computadora y las secciones
inspeccionadas. Aunque la forma era buena, no fueron tan perfectos como
todos creyeron. Después de largas discusiones entre la dirección del
CECAT y los ingenieros, decidieron fabricar un molde compatible con los
del líder del mercado, pero al mismo tiempo eliminar algunos problemas
menores detectados. El nuevo molde produciría tejas cónicas, que
proporciona un ajuste mejor para las tejas de 8 y 10 mm, y serán más
fuertes que el del competidor británico.
La producción de los moldes de inyección se desarrolló rápidamente y
sin problemas, debido a que fábricas con el equipamiento más moderno
pudieron sumarse a la tarea. Una firma se involucró con el diseño del
troquel, otra con la tecnología de inyección. No obstante, había costos
altos para el CECAT, aparte del trabajo previo de ingeniería hecho por
ellos mismos y las compañías comerciales. Rápidamente, los
especialistas identificaron la materia prima de calidad e iniciaron la
producción con el equipamiento más moderno disponible, con una fuerza
de inyección de más de 100 toneladas.
"Tevi" significa Teja Vibrada y es producida en La Habana bajo el tutelaje del CECAT.
El mercadeo no es fácil
Durante la época del desarrollo de "tevi", CECAT ya formaba parte de la
Red Latinoamericana de TMC. Grupo Sofonias, que coordina esta red,
también respondió a los participantes del primer seminario. El CECAT
pidió a Sofonias servir como un canal de mercadeo, debido a las
complicaciones de la situación cubana internacionalmente. Así, para
facilitar el acceso a equipos confiables, formaron una sociedad
comercial que se llamó EcoTec. No obstante, estaba claro para todos los
involucrados, que los equipos tendrían que estar disponibles en cada
país, para poder comprarlos inmediatamente. Este propósito exigió más
capital de riesgo, que asumió igualmente el CECAT y EcoTec.
Las ganancias de la venta de los primeros cien equipos fueron
utilizadas para pagar las deudas a las firmas comerciales que
produjeron las máquinas y moldes, y se han reinvertido en la producción
y transporte de más equipos. De ninguna forma este es un negocio de
ganancias rápidas. Sin los grandes subsidios que el CECAT pudo adquirir
dentro del sistema cubano, y la colaboración financiera de compañías
cubanas, el desarrollo de la "tevi" no hubiera sido posible.
Además, el crecimiento del negocio en sí fue posible debido a la
convicción de los actores principales de que esta tecnología es una
alternativa real, no solamente para el dilema de los techos en Cuba,
sino también en todos los países del tercer mundo. Los cerebros y la
infraestructura cubanos, combinados con la red de contactos de
Sofonías, proporcionan una base sólida para lanzar esta aventura audaz.
Hoy día
Durante los doce años transcurridos desde que se lanzara "tevi" en el
mercado, la herramienta de inyección ha sido reconstruida y se han
producido unos 200 mil moldes. Alrededor de la mitad fueron
distribuidos en Cuba y unos 96,000 han sido exportados a todo el mundo.
Se han producido más de 350 mesas vibradoras para el mercado
internacional, y en años recientes, la mayoría está siendo producida en
Ecuador.
"Tevi" ha sido objeto del escrutinio de productores y usuarios,
además de una evaluación técnica realizada por la Red Basin que
concluyó claramente que "tevi" fabrica los mejores moldes en el
mercado, y al mismo tiempo se ofrecen a un precio accesible
internacional internacionalmente.
Muchos equipos llevan más de diez años activos y hasta ahora ninguno
de los clientes ha afrontado problemas con los moldes, incluso, muchos
han aumentado su inventario. Por supuesto, sucede algo diferente con
las mesas vibradoras, pues sus componentes móviles se desgastan con el
tiempo y tienen que ser reparados o reemplazados.