En esta cuarta entrega de la serie Discutiendo diferentes experiencias en proyectos de reconstruccón, e-magazine EcoSur documenta un proyecto peruano, cuyo objetivo es sentar las bases para construcciones de adobe resistentes a terremotos. Su objetivo es contribuir a un hábitat permanente, con respeto a la cultura local y proporcionar educación en la construcción de viviendas seguras y económicas. Se emplea la tecnología del adobe tradicional, que hasta hace un par de décadas constituía el estándar para una buena y sólida vivienda. En los últimos años, sin embargo, las edificaciones con adobe han sido criticadas, y la maquinaria propagandística de los productores y comerciantes de cemento y hierro han influido negativamente en la opinión popular, al punto de ser percibida como insegura, y ser rechazada por la mayoría de las personas.
Después del terremoto en Huaraz, Perú, 1970, comenzaron las investigaciones sobre el potencial de construcciones de adobe resistentes a terremotos, un empeño en el que la “Pontifica Universidad Católica del Perú” (PUCP) tomó pronto el liderazgo. Esto ha resultado en una norma oficial del Perú para construcciones de adobe, que ya ha sido revisado y mejorado dos veces.
La mayoría de los proyectos de adobe en Latinoamérica usan esta normativa como referencia. Es obvio que muchos de los habitantes de las sierras construirán sus viviendas con adobe en los próximos años, tanto por las ventajas económicas, como por sus cualidades térmicas en un clima duro. En la recuperación después de un terremoto debería tomarse esto en cuenta y proveer información y entrenamiento adecuado para mejorar la calidad de las edificaciones de adobe. El proyecto se organiza concentrado no solo en la construcción sino en la educación.

Ante la emergencia
El terremoto que golpeó a Perú en la tarde del 15 de agosto 2007, con
una magnitud de 7.9 en la escala de Richter, afectó sobre todo a los
departamentos al sur de Lima. Las viviendas destruidas o seriamente
dañadas fueron 76 mil, de las cuales 12 mil se ubicaban en áreas
rurales y 64 mil en las urbanas. Las regiones afectadas han vivido un
crecimiento económico en los últimos años, sin embargo, la situación de
la mayoría de la población todavía resulta crítica. La producción
agrícola, entrada principal de la región, no se afectó directamente,
pero las actividades se han interrumpido.
El miedo a los terremotos es omnipresente entre la población del Perú, que generalmente asocia la destrucción con las construcciones de adobe. La mayoría de las viviendas están hechas de este material, sobre todo en los segmentos pobres, que no tienen mucho o nada de dinero para mantenimientos y reparaciones. Muchas de estas viviendas fueron construidas sin conocimientos técnicos, pasando por alto reglas constructivas ancestrales. En el pasado, las paredes de adobe eran anchas y se asentaban sobre fundiciones adecuadas; en las décadas recientes, por el contrario, las paredes se han vuelto más angostas, y por tanto, más vulnerable ante los terremotos.
Un acercamiento diferente a la reconstrucción
Por décadas, la PUCP ha estado al frente del diseño de viviendas de
adobe resistentes a terremotos. Probablemente, son los que más
conocimientos acumulan sobre el tema en todo el mundo. Aproximadamente
20 organizaciones se han agrupado bajo su coordinación y liderazgo,
algunos de ellas han implementado un programa de enseñanza en la
construcción mejorada con adobe como base para las reconstrucciones
rurales. Este programa está enfocado en el empoderamiento de la
población rural para mejorar la calidad de sus viviendas construidas en
el tradicional “proceso de construcción natural”, a largo plazo.
En las zonas rurales de Perú, la tierra siempre ha sido el material principal de las construcciones. Sus ventajas resaltan, sobre todo en las sierras: aisla del frío y protege del viento, durable, apto para la autoconstrucción, y en general, eficiente. Las edificaciones de adobe pueden ser resistentes ante los terremotos, si se procede de forma correcta y se les da el mantenimiento adecuado. Inspecciones después del sismo demostraron que las viviendas construidas bajo las nuevas normativas sobrevivieron sin, o solo con daños menores, en medio de una total destrucción.
Cada terremoto provoca algún daño a la construcción, y cuando las reparaciones muchas veces no se hacen de forma correcta, el próximo ocasionará más daño, así hasta que la estructura falla y la obra se cae. La PUCP está desarrollando métodos innovativos y económicos para reparaciones en paredes de adobe, los cuales pueden revolucionar el mantenimiento. El proyecto promueve las nuevas normativas, incluyendo los últimos logros de la PUCP: La relación entre altura y la ancho de la pared deberá mantenerse baja, los fundamentos se harán de concreto, una viga corona soportará el techo, en tanto que todas las paredes se forrarán con una geomalla, sobre la cual se aplicarán los repellos tradicionales de arcilla y cal. Así la resistencia ante los terremotos aumentará considerablemente en comparación con la tecnologÌa tradicional.
El programa educativo
El proyecto se concentra en la transferencia de la tecnología a
arquitectos, ingenieros, constructores, líderes locales y potenciales
autoconstructores. Durante una semana los participantes aprenden la
teoría y la práctica de la producción de adobes, la construcción con
adobe, la colocación de la malla y cómo repellar correctamente. El
primer curso se impartió en la universidad, con la asistencia de 100
personas, divididos en 4 cursos de una semana.
Se imprimió una guía con 5 000 copias, para llevar a las rondas de discusiones en las comunidades, y se proyectó también un impresionante video que demuestra los resultados del mejoramiento en la construcción. Los ensayos se hicieron con viviendas a escala real encima de una mesa vibradora, para comparar las estructuras de tecnologÌa tradicional con varios niveles de las mejoras. El programa también contiene un plan para mantenimiento, pues este es uno de los factores más importantes para disminuir la vulnerabilidad.
El Gobierno peruano otorgó a muchas familias un bono de 2000 USD para las reconstrucciones; esta cantidad les permitió levantar una vivienda de 30 metros cuadrados, aportando ellos mismos la mano de obra. La dirección de la construcción la asumen ellos mismos, de modo que familias con pocos recursos o con materiales rescatados de la vivienda afectada puedan edificar una casa más grande. Las mejoras introducidas (geomalla) suben el costo aproximadamente en 4 USD por metro cuadrado.
Conclusiones
Los beneficiarios tienen que adueñarse del proyecto y construir sus
propias casas. Este proceso no resultará en programas masivos de
construcción a corto plazo, pero sí ofrece grandes posibilidades con un
impacto a largo plazo para los estándares de las construcciones en
áreas rurales, pues prevé los futuros daños de otros terremotos que
seguramente ocurrirán algún día. Experiencias por todo el mundo
demuestran que se pueden lograr ventajas cuando ellos mismos negocian
los materiales y ejecutan la obra; la libertad de introducir cambios en
el diseño es uno de ellos. Un problema puede ser que muchos no posean
suficientes conocimientos técnicos y estarán obligados entonces a
confiar en los constructores locales, con iguales características, y en
la mayoría de los casos tampoco son eficientes. El mercadeo agresivo de
materiales de construcción no es la mejor vía para encontrar materiales
y tecnologías adecuadas. Por esta razón, el servicio técnico ofrecido
por un proyecto es tan importante.
En la Conferencia Internacional de EcoMateriales, el 4 en noviembre de 2009, Julio Vargas Neumann, principal autor de las normas de construcción con adobe del Perú, y “padre” de este proyecto, hará una presentación magistral y estará abierto a responder las preguntas de los participantes.