Por Martín Meléndez    

AdobesLa construcción de una vivienda constituye para cada familia un acontecimiento único en la vida. Muy pocos en América Latina tienen la oportunidad de construir su casa y menos aún, la de opinar sobre su diseño.

En nuestro mundo las clases sociales se polarizan cada vez más, los más ricos son más ricos y los pobres lo son más todavía. Entre ambas, una clase media obrera que, de acuerdo con una definición que diera el propio Kurt Rhyner durante una conferencia en Guatemala, vive como los pobres, posee educación, pero carece de los medios económicos para vivir como los ricos.

Estas personas están condenadas a vivir alquilando toda su vida, pues no poseen historial económico para acceder a un crédito bancario, ni califican para las viviendas subsidiadas, ya sea por el Gobierno o por Organizaciones No Gubernamentales.

Cuando estas familias tienen la posibilidad de obtener una vivienda, por lo general, son proyectos diseñados en un taller de arquitectos, sin tomar en cuenta las opiniones y necesidades de los futuros adquirientes. Son casas iguales, repetidas un sinnúmero de veces, y totalmente despersonalizadas.

En Matiguás, y como filosofía del desarrollo que intenta llevar a cabo Grupo Sofonías, se han tomado en cuenta los gustos del grupo de personas integradas al proyecto. Estas familias que son un híbrido entre beneficiarios de un proyecto habitacional y clientes que van a pagar, tienen la oportunidad de expresar como quieren su vivienda.

Esta característica hace que los califiquemos como "bene-clientes", ya que son beneficiarios de un proyecto, y a la vez tendrán que pagar un crédito hipotecario de US$ 2,677 en seis años, a razón de US$50.00 mensuales.

Para conocer las necesidades, opiniones y deseos de los bene-clientes se realizó un proceso de diseño participativo con vistas a conformar una o más soluciones habitacionales que satisfagan sus necesidades a partir de conocer las realidades económicas y sociales del grupo, considerando composición familiar, niveles de ingresos, patrones ambientales, energéticos y de confort, el uso de ecomateriales, y las tecnologías constructivas.

Es importante que los bene-clientes incidan significativamente en el diseño de su vivienda y que luego el equipo de arquitectos pueda trasladar los deseos y anhelos de estas familias a un diseño que satisfaga a todos: bene-clientes, donantes y entidades ejecutoras.

El trabajo y las acciones desarrolladas fueron enfocadas hacia estos indicadores hasta lograr una estrategia de diseño aplicable en Matiguás.

ESTRATEGIA PARA EL DISEÑO PARTICIPATIVO
Cuando se realiza un diseño participativo, no importa con quién, para quién, y la metodología a usar, el diseñador necesita obtener una serie de datos , que en el caso de Matiguás son los siguientes:

  1. Planta arquitectónica a la que aspira la familia.
  2. Espacios y volúmenes de cada una de estas áreas.
  3. Áreas necesarias y áreas que se desearían.
  4. Relaciones funcionales (¿Cuál parte de la casa quiero cerca de, y cuál no? y ¿Cuáles serán los principales movimientos dentro de la casa?)
  5. Espacios principales a construir. Si deseamos una casa totalmente terminada o una que podamos seguir ampliando en el futuro.
  6. Imagen. ¿Cómo será la fachada de la vivienda?
  7. Problemas que presenta la casa actual y no queremos tener en la nueva
  8. Ocupación de la vivienda dentro del lote. En el centro, a un lado, delante, o atrás.
  9. Relaciones sociales dentro del núcleo familiar

Existen métodos y estrategias muy claras para proyectos donde los participantes son beneficiarios o clientes. Pero ante personas que son ambas cosas debemos crear una metodología nueva que satisfaga ambas expectativas.

Se organizó un sistema de trabajo individual primero, luego en grupos no mayores de siete personas y finalmente en plenario. Así, los puntos más delicados pudieron ser tratados de forma individual, lo que es el diseño propio de la vivienda se hizo en grupos pequeños, y se dejó la comparación de los resultados para la plenaria.

Acción Individual:

  • Cosas buenas y malas de la vivienda que vive actualmente
  • Si desea tener una casa semilla para luego ampliarla
  • Qué posibilidades económicas posee cada uno para ampliar su vivienda
  • Queremos la vivienda aislada o una que comparta un muro con otra

Para esta acción individual se realizó una encuesta a medida que los bene-clientes iban llegando a la reunión. Según la información obtenida, las personas querían:

  1. sus viviendas de forma individual
  2. una casa pequeña pero habitable, que no tengan que hacer otras construcciones de inmediato
  3. techos altos
  4. baño dentro de la vivienda
  5. una sala grande
  6. que el comedor y la cocina no se vean desde la puerta de entrada

Acción grupal

  • Definición de las áreas que van a componer la vivienda
  • Las relaciones funcionales de estas áreas
  • Dibujo de planta arquitectónica
  • Descripción de la imagen de su vivienda, ya sea con dibujos o con palabras
  • Ubicación de la edificación dentro del lote.

Se conformaron tres grupos de 7 personas. Cada grupo estuvo dirigido por uno de los arquitectos, en función de moderador, facilitador y dibujante.

De forma espontánea, los grupos se congregaron más o menos por actividad económica y/o situación social. Así, uno estuvo conformado casi en su totalidad por pequeños comerciantes, otro por campesinos y obreros calificados que viven en la ciudad y el último por empleados gubernamentales.

Los resultados fueron plantas arquitectónicas bien definidas y en cierto sentido muy parecidas unas a otras. Algo curioso es que aunque todos poseen ventanas y puertas con marcos rectangulares, quieren ventanas y puertas con los marcos arqueados. La única vivienda en Matiguás con ventanas y puertas de ese tipo es la del Alcalde.

Plenario

  • Cada grupo hizo críticas positivas y negativas del diseño realizado por los demás grupos. Se hicieron 5 criticas positivas y hasta 5 negativas.

Por falta de tiempo, la ultima parte de la plenaria, donde cada grupo expondría sus críticas, no pudo efectuarse. Sin embargo, pensamos que fue conveniente no hacerlo ya que había posiciones muy encontradas que hubieran desatado interminables discusiones.

Conclusiones Generales

  • El diseño participativo es un trabajo interdisciplinario donde los aspectos sociales y arquitectónicos se entrelazan, de forma tal que es muy difícil diferenciarlos.
  • Las diferencias sociales entre los bene-clientes no limitaron la participación activa de estos ni la expresión espontánea de sus ideas en la ejecución del diseño, hasta el punto de representar cómo deseaban que fuera la vivienda de toda su vida.
  • Fue importante conformar los grupos de acuerdo con la situación social y necesidades. Ello les permitió expresarse más libremente en un grupo afín, que si hubieran sido agrupados al azar.
  • No puede decirse lo mismo respecto la encuesta personal. Sugerimos que esta la haga uno de los arquitectos cuando esté haciendo el levantamiento socioeconómico de la familia
  • Se obtuvieron tres propuestas de diseño diferentes donde cada participante expuso sus necesidades de vivienda, es decir, la diferencia de los espacios y la relación funcional entre estos, en un solo diseño.
  • Por primera vez, a estas familias se les tomó en cuenta en cada una de las etapas del diseño tanto urbano como de las viviendas. Su participación fue activa y productiva.

Conclusiones Técnicas

  • Todos los grupos propusieron que su vivienda estuviese compuesta por sala, comedor, cocina, baño, 2 dormitorios, y que se le pueda añadir en un futuro un garaje lateral y un lavadero hacia la parte trasera. Uno de los grupos propuso que se conciba un porche delantero para ser construido luego.
  • Las plantas permiten definir de antemano un área privada compuesta por los dormitorios y el baño. Otra semi-social donde estarían los demás ambientes. Hubo un grupo que manifestó interés porque su sala pudiera convertirse en un tipo de negocio
  • Una característica "sui generis" en el diseño propuesto por los bene-clientes, al parecer por el patrón arquitectónico heredado por tradición familiar y/o localista, es cocina y comedor concebidos como espacios independientes y cerrados, lo cual dificulta mucho cualquier solución funcional
  • Un aspecto a tomar en cuenta en el diseño definitivo es ver como la planta se adapta lo mejor posible a las actuales limitaciones de agua potable en Matiguás (de muy difícil solución a mediano y largo plazo). Es necesaria una fuerte relación entre el núcleo húmedo de la vivienda y el exterior (almacenaje de agua); así como también ofrecer el máximo de privacidad y seguridad a sus habitantes.
  • Todos los grupos mostraron inclinación por el juego de techos inclinados y de puntales variados como solución de diseño y para mejorar la circulación interior de aire en las viviendas
  • Coincidieron en ubicar las viviendas hacia un lateral del lote, siempre separadas del frente y del vecino, dejando espacio para la entrada de un vehículo. Solo un grupo la retiro más hacia dentro del terreno
  • Todos insisten en contar con casas individuales, no unidas por pared medianera.
  • Los bene-clientes fueron muy insistentes en que se les aseguren lotes de 300 varas cuadradas (~212 m²), tal y como se los vendieron, y que su frente permita tanto la ubicación de la vivienda como acceso vehicular lateral.

Conclusiones Finales

Por todo lo anterior, debemos diseñar una urbanización de viviendas uniplantas aisladas, donde la variedad en el diseño arquitectónico, tanto en planta como volumétricamente no tendrá muchas variaciones, y sí deberemos apoyarnos en el juego de techos creativos para obtener una solución urbanística y de paisajismo que aseguren una solución final de la mayor calidad posible y un barrio acogedor y atractivo